Integrar nuevos hábitos en nuestro día a día no es fácil. Requiere voluntad y perseverancia. Pero una vez el nuevo hábito ha sido adquirido, los beneficios son inmensos. Aquí os dejamos los 7 hábitos de los alumnos excelentes:
1. APRENDE DE LOS ERRORES
Borrar los errores, taparlos con típex o simplemente lanzarlos a la basura en una bola de papel es un hábito que no tienen los alumnos excelentes. Todo lo contrario. Cuando se equivocan, ponen mucho empeño en registrar el error cometido y conservarlo para la preparación de los exámenes. A nosotros nos gusta decir que el cuaderno puede ser una máquina del tiempo. Si conservas los errores, te puedes comunicar con tu yo del futuro y hablarle para no repetirlos. Los mejores apuntes son aquellos que tienen muchas correcciones, de las que podremos aprender muchísimo el día de mañana.
2. NUNCA TE QUEDES CON DUDAS
Tener dudas y no entender algún concepto es el día a día de cualquier alumno. Pero la actitud para resolver las dudas es lo que diferencia a los alumnos excelentes.
3. MEMORIZA CUANDO ENTIENDAS
Al cerebro le cuesta muchísimo memorizar información que no tiene sentido. Los alumnos excelentes antes de memorizar dedican el tiempo suficiente a comprender los conceptos. ¿Cómo?
4. MENOS ES MÁS
Los alumnos excelentes saben que cunde más 1 hora de estudio diaria durante 5 días que 5 horas en un solo día. Por eso, cada día dedican al menos una hora a repasar las lecciones y practicar los ejercicios propuestos en clase. Como el cerebro es un órgano al que le gustan las rutinas, los alumnos designan siempre los mismos horarios de estudio. Eso favorece la predisposición de nuestro cerebro a la concentración, la comprensión y la capacidad de esfuerzo. Y lo más importante: blindan los horarios ante cualquier factor de distracción (llamadas, redes sociales y mensajes).
5. LOS 5 MINUTOS DEL EXAMEN
Antes de empezar un examen dedican 5 minutos a leer los enunciados y ¿sabes qué preguntas empiezan a responder? Primero responden aquellas preguntas que les resultan más fáciles. Al cerebro le gustan los retos de menos a más. Si empezamos por las preguntas más fáciles, ganaremos confianza y entraremos con mayor facilidad en la resolución de las preguntas más difíciles. Muchos alumnos empiezan precisamente por las preguntas más difíciles porque saben que tendrán que dedicarles más tiempo. Pero en numerosas ocasiones esta estrategia no funciona, pone nervioso a los alumnos si no consiguen desarrollar la respuesta y finalmente realizan el resto del examen con la presión del tiempo y con la sombra de que no están haciendo un buen examen.
6. DEPORTE
Los tiempos que dedicamos para estudiar son tan importantes como los tiempos de ocio. Y dentro del ocio la actividad más saludable es el deporte. Un cuerpo sano favorece una mente sana. Al igual que la alimentación, la variedad de actividades que hagamos enriquecerá nuestra experiencia, nuestra curiosidad y nuestros conocimientos. Hacer deporte nos ayudará a conocernos mejor, sentirnos mejor y rendir más en el resto de actividades del día. Aumentamos nuestra energía para ser más activos después de pasar muchas horas sentados por las mañanas en el aula. Los alumnos excelentes cargan las baterías practicando su deporte favorito.
7. DESCANSAR
Dormir y descansar en su justa medida es la actividad más importante para rendir al máximo en los estudios. Durante las fases del sueño se fijan en la memoria muchos de los contenidos aprendidos durante el día. La memorización y el sueño van íntimamente ligados. Un mal descanso afecta directamente en el rendimiento escolar, la autoestima, las relaciones sociales y la salud física y mental. Así que después de leerte estas líneas, tómate un descanso, reflexiona, y piensa cuáles de estos hábitos podrías integrar en tu día a día para conseguir mejores resultados y brillar con la mejor versión de ti mismo.
Equipo kalcudoku.